Picos de Europa es un Parque Nacional repartido en tres provincias: León, Asturias y Cantabria.

Las distintas rutas que recorren Picos de Europa permiten al visitante disfrutar de una temperatura muy agradable en verano, por lo que en los últimos años se ha convertido en foco de atracción de turistas de las zonas más cálidas de España, además de los amantes de la naturaleza que se acercan cada año a disfrutar de un destino provilegiado de gran belleza.

La zona leonesa de Picos de Europa es la menos desarrollada de las tres, y su mayor encanto reside precisamente en la ausencia de infraestructuras turísticas, que ha permitido preservar la flora y la fauna en un entorno natural en el que la mano del hombre apenas ha intervenido en los últimos cien años.

 

- Muy interesante el artículo de opinión de Manuel Sánchez Rodríguez en La Crónica (23/03/2009) que lleva por título 'A vueltas con el turismo' y que pone de manifiesto la desidia de la Diputación de León en un asunto clave para la provincia.

- Muy sano el ejercicio de transparencia de la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Astorga, que hace públicas las cifras de visitantes de la ciudad. Se trata de una buena forma de rendir cuentas, aunque se echa de menos alguna información adicional.

- Terminamos el repaso con el proyecto impulsado por un total de 30 alcaldes de la Montaña Oriental Leonesa que propone impulsar hasta 13 medidas estratégicas que pasan por impulsar la estación de esquí de San Glorio.

 

La provincia de León ofrece paisajes fluviales y montañosos únicos en España. La empresa Rutas y Arte ofrece la posibilidad de recorrer algunos de los rincones menos conocidos en los que la Naturaleza y el Arte son protagonistas absolutos.

Las rutas se desarrollan durante un fin de semana completo, y permitirán conocer parajes como el País de los Maragatos, el curso del Río Esla, etc.

 

Uno de los atractivos que convierten a la provincia de León en una de las más visitadas del noroeste peninsular es la riqueza natural que esconden sus ríos, sus valles y sus montañas. Especies emblemáticas como el oso pardo o el urogallo son quizá las más significativas, y deberían redoblarse los esfuerzos para garantizar su supervivencia.